Religiosa (año 543)
Era hermana gemela de San
Benito, el santo que fundó la primera comunidad religiosa de occidente. Nació
el año 480, en Nursia, Italia.
Tomado de "Mis 7 Emilios" del Pbo. Roberto Garcia
Desde
muy joven se dedicó también ella a la vida religiosa y fue superiora de un
convento de monjas. Su hermano dirigía un gran convento para hombres en el
Monte Casino, y Escolástica fundó un convento para mujeres a los pies de ese
mismo monte.
Aunque
eran hermanos y se amaban mucho, sin embargo San Benito no iba a visitar a
Escolástica sino una vez cada año, pues él era muy mortificado en hacer
visitas. El día de la visita lo pasaban los dos hablando de temas espirituales.
Pocos
días antes de la muerte de la santa fue su hermano a visitarla y después de
haber pasado el día entero en charlas religiosas, el santo se despidió y se
dispuso a volver al monasterio. Era el primer jueves de Cuaresma del año 547.
Escolástica
le pidió a San Benito que se quedara aquella noche charlando con ella acerca
del cielo y de Dios. Pero el santo le respondió: ¿Cómo se te ocurre hermana
semejante petición? ¿No sabes que nuestros reglamentos nos prohíben pasar la
noche fuera del convento? Entonces ella juntó sus manos y se quedó con la
cabeza inclinada, orando a Dios. Y en seguida se desató una tormenta tan
espantosa y un aguacero tan violento, que San Benito y los dos monjes que lo
acompañaban no pudieron ni siquiera intentar volver aquella noche a su
convento. Y la santa le dijo emocionada: "¿Ves hermano? Te rogué a ti y no
quisiste hacerme caso. Le rogué a Dios, y El sí atendió mi petición".
Benito volvió a su convento
de Monte Casino y a los tres días, al asomarse a la ventana de su celda vio una
blanquísima paloma que volaba hacia el cielo. Entonces por inspiración divina
supo que era el alma de su hermana que viajaba hacia la eternidad feliz. Envió
a unos de sus monjes a que trajeran su cadáver, y lo hizo enterrar en la tumba
que se había preparado para él mismo. Pocos días después murió también el
santo. Así estos dos hermanos que vivieron toda la vida tan unidos
espiritualmente, quedaron juntos en la tumba, mientras sus almas cantan
eternamente las alabanzas a Dios en el cielo.
El
trabajo ofrecido por Dios es una gran oración (San Benito).
No hay comentarios:
Publicar un comentario