lunes, 15 de mayo de 2017

La Voz del Silencio...

El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése me ama; al que me ama lo amará mi Padre, y yo también lo amaré y me revelaré a él»” Jn (14, 21)

 La vida actual está llena de ruido, palabras que van y vienen, mensajes que se cruzan y, con frecuencia, perdemos la capacidad del silencio, la capacidad de escuchar en nuestra interioridad la voz de Dios que nos habita.

Dios puede continuar siendo aquel desconocido de quien hablamos o a quien afirmamos creer pero con quien pocas veces nos encontramos en la intimidad del corazón.

Si queremos saber cómo encontrar aquello que buscamos tenemos que aprender a vivir un poco en el silencio y no dejarnos llevar.

En ese silencio oiremos lo que el otro necesita, lo que quiere, y sabremos qué es lo que podemos darle, como podemos ayudarle.


La fe requiere un compromiso mutuo, una responsabilidad, paciencia y, sobre todo, amor, mucho amor.