jueves, 22 de junio de 2017

Padre Nuestro "Tu que estas en los cielos"


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes que lo pidáis. Vosotros rezad así: "Padre nuestro del cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy el pan nuestro de cada día, perdónanos nuestras ofensas, pues nosotros hemos perdonado a los que nos han ofendido, no nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del Maligno." Porque si perdonáis a los demás sus culpas, también vuestro Padre del cielo os perdonará a vosotros. Pero si no perdonáis a los demás, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras culpas.» (Mt 6, 7-15).

Esta Oración que Jesús nos enseñó, debe ser una Oración sencilla y de profunda convicción de agradecimiento a Dios, no la convirtamos en ese pedir constante que nos ocurre por nuestros problemas de solo pedir, nos encontramos perturbados, afligidos, que no tenemos salidas, que no podemos,… Que con ella nos comuniquemos en lo más íntimo de nuestro ser con Jesús, que podamos ir cambiando nuestra forma de actuar, que de verdad los demás sientan que estamos dispuesto a vivir con el mundo a  aceptar a los demás tal cual son y que ven en nosotros que hay cambios, que los noten, aunque sencillos, sean cambios de verdad y ayuden a los demás con el ejemplo de vida cristiana…


No nos perdamos en palabrería y artificios. Recojamos nuestra vida y nuestros instantes íntimos para hablar con Dios, en la intimidad o en comunidad, dando sentido a nuestras plegarias. Especialmente repitiendo estas palabras que Jesús nos enseñó: Padre nuestro. Todo está en tus manos y todo depende de ti, engrandece tu Nombre sobre la tierra a través de nuestras manos inexpertas. Porque Dios como Padre nos conoce y nos auxilia, nos perdona y conduce nuestros pasos cuando humildemente lo pedimos con fe. Y le pedimos con fe, cuando somos capaces también nosotros de llevar ese amor de Dios a todos los hermanos. “Si no perdonamos a los demás, tampoco Nuestro Padre perdonará nuestras culpas”.


Leer en voz alta el padrenuestro así como está escrito y se puede estar seguro que así se pronuncia. Si estuviera escrito en letra hebrea-aramea no sabríamos como pronunciar la oración.

El único problema que le encontramos es que no se ha marcado la sílaba que lleva el acento.

Las consonantes "sh" se pronuncian como la "sh" en inglés.
Es como nuestra "che" pero sin la asonancia de la "t".
Aparece también el signo’. Este quiere evitar que pronuncie como una las dos letras sino hacer una mínima pausa al pronunciar.
La "j" se pronuncia como nuestra jota de manera gutural.
La "w" quiere evitar que usted pronuncie "b".
  
Así que recemos juntos:
  
ABUNA DI BISHEMAYA
Padre nuestro que estás en el cielo,

ITQADDASH SHEMAK,
santificado sea tu nombre,

TETE MALKUTAK
venga a nosotros tu reino,

TIT'ABED RE'UTAK
hágase tu voluntad

KEDI BI SHEMAYA KAN BA AR'A
en la tierra como en el cielo.

LAJMANA HAB LANA SEKOM YOM BEYOMA
Danos hoy nuestro pan de cada día,

U SHEBOK LANA JOBEINA
perdona nuestras ofensas

KEDI AF ANAJNA SHEBAKNA LEJEIBINA
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden,

WEAL TA'ALNA LENISION,
no nos dejes caer en la tentación

ELA PESHINA MIN BISHA.
y líbranos del mal.